viernes, 28 de octubre de 2011

La Chemise Lacoste – el legado de mi padre


Creo que mi padre estuvo más presente en mi infancia de lo que la mayoría de los padres consigue estar. Todavía hoy, conmigo rozando los treinta, sigue siendo la persona con quien más horas paseé de la mano, con quien más veces fui al cine y, probablemente, con quien más tiempo estuve parado mirando un escaparate de Lacoste. Crecí viendo a mi padre usar y abusar de aquel Cocodrilo y aún recuerdo el día en que, allí mismo, en Lisboa, en pleno centro de la ciudad, fuimos a comprar mi primer polo.

You never really own a Patek Phillippe, you merely take care of it for the next generation.” Éste es probablemente el eslogan publicitario más bonito que conozco. Cierto es que aquello que podría valer para un reloj de lujo difícilmente se podría aplicar a una prenda de ropa. Pero de mi grupo de amigos, no soy el único que ha tenido el privilegio de usar un polo Lacoste que un día hubiese pertenecido a su padre o a su madre; y no soy capaz de recordar otra prenda de algodón que pueda lavar 10 veces cada verano y consiga aguantar el mismo ritmo durante más de 30 años. Pero voy más lejos, un poco más incluso... desde mí adolescencia perdí la fijación por las marcas, y por encima de todo, por la exhibición de sus elementos más distintivos. Pero hubo uno de esos elementos que resistió siempre a mi madurez – el Cocodrilo.

Nunca conté esto a nadie, pero tengo unos de pinzas pantalones de pana con el Cocodrilo bordado debajo de la cintura y cuando los uso siempre me aseguro, cuantas veces pase por delante de un espejo, de que el jersey que llevo no oculta mi querido Cocodrilo. No lo hago por ningún estatus social…(es más, en cuanto a presumibles estatus... el susodicho Cocodrilo puede ser visto, tanto en una terraza de Saint-Tropez, como en la periferia más problemática de Paris); lo hago por un cierto je ne sais quoi, que no encuentro en mí sin él (¿no es éste el core bussines del marketing, concebir productos repletos de atributos de los cuales el consumidor se sienta desprovisto a la par que identificado?). Por algún motivo Lacoste es la marca más falsificada en todo el mundo. Por algún motivo usé aquellos pantalones en mi primera cita.

Aún recuerdo la satisfacción de llevar la bolsa “no Papá, yo la llevo” con el citado polo blanco - imaginándome ya la pareja al día siguiente. Sólo ahora empiezo a tener edad suficiente para comprender que los primeros años de nuestra vida son más importantes que cualesquier otros. Y sólo ahora, con una visible falta de pelo, y con parte de lo que queda ya en tonos blanquecinos, retorno a los tiempos en los que la figura paterna era nuestro héroe, y comprendo que, queramos o no, para bien o para mal, aquella historia de socialización primaria (más redefinición de concepto, menos redefinición de concepto) es realmente así, nos marca de por vida. Justo el otro día un amigo me decía que una de las cosas que le había inducido a elegir Bellas Artes había sido la impresionante forma en que su madre diseña. No lo dijo, pero reparé en que nunca le había oído hablar de su legado materno con tanto orgullo. Rui y yo, tenemos la misma edad, estudiamos en el mismo instituto y juntos nos disputábamos la atención de nuestra profesora mas mona… no me sorprende también que ahora miremos por encima del hombro de forma idéntica. Por todo esto y algo más, no es de extrañar que mucho antes de que un hijo mío vista aquel polo rojo que veis aquí encima, su madre, en pleno embarazo, me haga el favor de vestir uno de esos preciosos vestidos de piqué, casi tan intemporales como el famoso polo 1212. ¿Fetiche? Tal vez. ¿Legado paterno? Sin duda. ¿Mérito del marketing? Qué coño... es Lacoste

miércoles, 26 de octubre de 2011

martes, 25 de octubre de 2011

viernes, 21 de octubre de 2011

miércoles, 19 de octubre de 2011

Brooklyn by Stockholm

Brooklyn by Stockholm (3)
Brooklyn by Stockholm



[esta publicación también se puede ver aquí]

lunes, 17 de octubre de 2011

viernes, 14 de octubre de 2011

Abbey Road (en 5ª Avenida)

Abbey Road

¿Por qué este título? Aquí lo tienes



[esta publicación también se puede ver aquí]

lunes, 10 de octubre de 2011

viernes, 7 de octubre de 2011

Siempre pensé que la sencillez y la perfección se cruzarían en alguna parte

Ouvi sempre dizer que simplicidade e perfeição se cruzavam algures

Pero aparte de vestirse como a mi me gustaría en el momento mas sobrio... lo más curioso de Emilio es que el parece cambiar el orden de prioridades cambiando lo teóricamente esencial (el cinturón) por lo teóricamente superfluo (el pañuelo). Pero porque rayos con el calor que hace, ¿no tendrá más necesidad de pasar un pañuelo por la cara que de apretarse unos pantalones a medida?

miércoles, 5 de octubre de 2011

?Te acuerdas de Fred Astaire?

Fred Astaire (1)
Fred Astaire (2)
Fred Astaire (3)
Fred Astaire (4)


[esta publicación también se puede ver aquí]